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La "pequeña" y desconocida compañía de Ballets Rusos creada en España

En el verano de 1918 los Ballets Rusos de Sergei Diaghilev afrontaban una situación desesperada. La Primera Guerra Mundial asolaba Europa, y después de haber culminado una gira extenuante a lo largo de la Península Ibérica, la compañía se encontraba inmovilizada en Barcelona, sin permisos ni dinero con que pagar a los bailarines, ni poder transportar un material escénico que pesaba más de cinco toneladas.... La bancarrota era más que evidente y el empresario ruso, que se planteaba la disolución, tal y como le aconsejaba su íntima amiga Misia Sert, marchó de viaje a Madrid en último intento para solicitar la ayuda y mediación del rey Alfonso XIII, quien finalmente les salvaría.


Ante esta situación de abandono, muchos bailarines se dispersaron en busca de nuevas oportunidades. Un destacado grupo de ellos formó una nueva compañía de bailarines rusos, aceptando ofertas que los empresarios teatrales les brindaban.


Así, el sábado 6 de julio de 1918, en el Teatro Victoria de Barcelona, nos encontramos con el siguiente programa -que forma parte de mi colección privada- del que incluso conservo una entrada original.



Se trata de una sola hoja de papel doblada por la mitad e impresa por ambas caras, donde en el envés figura la portada con una ilustración tomada de los programas de Diaghilev:



La pequeña compañía no era un mero fruto del azar, sino un verdadero grupo consolidado por lazos familiares y de camaradería. Estaba encabezada por Vera Nemtchinova y su esposo Nicholas Zverev, la hermana de ella, Lydia Nemtchinova, Leocadia/Loda Klementovitch y su esposo Anatol Bourman, las hermanas Lubov y Anna Sumarakova, George Oumansky, D. Bromberg y L. Simonov.


Hay constancia documental de que viajan también a tierras valencianas con ocasión de las fiestas de la Feria de Julio, debutando el día 24 de ese mismo mes en el Teatro Apolo.


El diario Pueblo, publicado el 3 de agosto, contiene escrita por el crítico José Luis Estellés, una detallada descripción de la bailarinas, recogida por el profesor Santiago Montoya Beleña en un trabajo titulado "Los Ballets Rusos en Valencia":


<< LAS LINDAS SEÑORITAS DEL BALLET. Son cinco y todas lindas, las señoritas del ballet. Son cinco palomas, son cinco tanagras, son cinco preciosas columnas, que sostienen el peso ingrávido (extraña paradoja) de un arte sin decadencias, sin dramatismos, sin groserías, sin inflexiones. Son cinco hijas de la mística Rusia, que ha parido filósofos como anacoretas, novelistas como filósofos, músicos cuentistas y médicos músicos. Y sabios danzarines como profesores de estética (...).


He aquí las lindas señoritas del ballet:


VERA NIEMTCHINOVA


Menudo su cuerpo, algo encorvado hacia delante, (...) esconde los senos y hace salir mucho la cabeza, sobre el cuello largo y alargado; (...) algo carrilludita, la hizo tanto reír, o mejor dicho, sonreír. Sus labios guardan eternamente en la comisura un esbozo de sonrisa, recuerdo o preparación; se alza picaresca una naricilla algo arbitraria, y brillan muy vivos los ojos, al fondo de una hondas ojeras muy azules. (...) Semeja una parisien, tiene una boquita golosa y picuda, (...) y se llama Vera, es decir, la que no miente. Es Vera el romanticismo puesto en danza.



LODA KLEMENTOWITCH


Es polaca, casi alta, delgada y fuerte. (...) Ojos de acero como los de minerva, cabellera leonina como la de Artemisa y una ingenuidad infantil completamente, que deja paso muchas veces a una gravedad impropia en una mujer.


La boca de Loda es muy fina; parece el signo que jeroglíficamente escribe el significado ruso de su nombre, que es tanto un diminutivo de Leocadia como esta palabra: nieve (...).


LAS HERMANITAS SOUMARAKOVA


Dos: una rubia como el oro y rosa como las rosas y otra morena, casi bronceada, como los albaricoques maduros. (...) Una tiene intensidad, la morena, y se llama Anna; tiene la otra gracia, la rubia, y se llama Lubov. (...) Lubov es alegre, inconsecuente, sonrosada y dorada como una modelo de Reinholds (...).


LYDIA NIEMTCHINOVA


"Ha llegado de tierra extranjera de París. En busca de lo típico de nuestro territorio". Como esta viajera francesa que describiera un poeta, así es Lydia, alta, gallarda, guapa y con una gitanería encima de ella, que parece más que rusa, una española.>>



Estas páginas de la revista Baleares (octubre 1918) muestran unos dibujos que Pedro Barceló realizó a vuela pluma durante las actuaciones valencianas, donde se repite el programa inicialmente bailado en Barcelona.


La compañía sigue actuando. Existe una constancia documental a través de los siguientes carteles, que también forman parte de mi colección, de otras representaciones en el Teatro Goya de Barcelona.


De fecha 30 de octubre:



El sábado 2 de noviembre:



Y el viernes 8 de noviembre:



Cuando los Ballets Rusos de Sergei Diaghilev logran establecerse en Londres y comienzan los preparativos para "El sombrero de tres picos", que se estrenará en el Teatro Alhambra el 22 de julio de 1919, los miembros de nuestra pequeña compañía, regresarán reincorporándose a la nueva etapa creativa de la era Massine.



Vera Nemtchinova (1900-1984) , a la que vemos en la fotografía precedente, junto al que entonces era su marido, Nicholas Zverev, en "Carnaval" -una de las piezas que representaban en su propia compañía- desarrollará una importante carrera internacional. Ambos nacidos en Moscú pertenecían al elenco de los Ballets Rusos desde 1915, cuando fueron reclutados para formar parte del cuerpo de baile.


Diaghilev la llamaba Vera la pequeña, para distinguirla de la "mayor", que era la otra Vera también moscovita, la famosa Karalli, de superior edad.


En 1921 fue nombrada bailarina principal y estrenó papeles estelares en las coreografías de Massine -Boutique fantastique (1919), Pulcinella (1920), y Les Matelots (1925)- y en Les Biches (1924) de Nijinska (1924), un papel memorable como La chica de azul.


En 1926 dejó la compañía de Diaghilev y volvió a crear la suya propia, llamada Los Ballets Rusos de Vera Nemtchimova, en una etapa que transcurrió desde 1927 a 1930, y en la que Balanchine creó para ella el papel de Diana en el Ballet Aubade (1930). También fundó con Anton Dolin el Ballet Nemtchinova-Dolin. Fue invitada por numerosas compañías, bailó con la Revue Cochran en Londres, con el Mordkin Ballet en su gira por Estados Unidos, con el Ballet de la Ópera Estatal Lituana en Kaunas (1931-1935), y con los Ballets de Montecarlo de Blum, donde estrenó el rol principal de "L 'Èpreuve d' amour" de Fokine (1936). También bailó con el Ballet Markova-Dolin, con el Ballet Russe Original de Basil y, después de mudarse a Nueva York en 1941, con el Ballet Theatre.


Durante casi 40 años tuvo su propio estudio en Nueva York, donde podemos ya anciana impartiendo una clase filmada en 1979.



ANATOLE BOURMANN


Entre los miembros de la pequeña compañía rusa, también merece una mención especial el bailarín Anatole Bourman (1888-1962), quien fuera el mejor amigo de Nijinsky desde que ambos ingresaran en la Escuela Imperial en San Petersbrugo, tal y como el mismo relata en su interesantísimo libro, publicado en 1937, "The tragedy of Nijinsky" y reeditado recientemente, aunque lamentablemente no existe versión en español.


Anatole narra en su libro con detalle aquellos días en que un muchacho tímido, llamado Vaslav Nijinsky, supera gracias a sus increíbles facultades para la danza, el examen de ingreso en la Escuela Imperial a pesar que no cumplir el requisito exigido de dominio del idioma ruso, pues su lengua materna era el polaco. Siempre, cuenta Anatole, el gran bailarín habló con un gran acento polaco, lo que motivó un reiterado y cruel maltrato infligido por sus compañeros de clase.

Anatole Bourman frente al Cartel del Espectro de la Rosa


Cuando leí en la descriptiva crónica de José Estellés sobre las bailarinas de la pequeña compañía, me ha llamado la atención que que especifique que Loda/Leocadia Klementowitsch "es polaca". Y ha venido a mi mente la conversación que relata Bourman en su libro por la que Nijinsky se sincera y le confiesa su amor.

(La escena tiene lugar en el barco que los lleva de gira a Sudamérica) Copio y traduzco de la página 257 Ed. 1937, en la que Anatole Bourman dice a Nijisnky :


<<-"Ya ves Vaslav. Ahora soy feliz. Este viaje a Sudamérica es solo un interludio para mi. Cuando regresemos a Europa me casaré con Loda Klementowistch. ¿Por qué no te casas tu también y eres feliz con alguien que cuide de ti? (...)


-Tienes razón, Tola, pero la muchacha que quiero está comprometida.


Esta afirmación fue una sorpresa. Yo estaba atónito. "¿La chica está en nuestro ballet?, pero si nunca te he visto flirtear con ninguna, ni mostrar atención a ninguna de las bailarinas!"


El sonrío un poco.


-¡Tu estás enamorado Tola! No tienes ojos para lo que sucede a tu alrededor. Además yo no puedo hablar con cualquiera como tu haces. Si yo hablo con alguna chica de la compañía se desatan los rumores. Diaghilev me tiene firmemente atado como puedes entender. ¿Cómo podría entonces mostrar mis atenciones?


-De acuerdo, pero ¿Quién es la chica de la que estás enamorado?


Furiosamente, él se volvió hacia mi: "ella es ahora tu novia">>


Y Nijisnky sigue contándole como impuso escogerla para que fuera una de las ninfas de su Fauno, y como prohibió que nadie entrase en los ensayos, salvo Diaghilev y Grigoriev, para poder estar ensayando con Leokadia sin Bourman, ya que sufría mucho cuando los veía juntos.



Bourman sigue relatando que entonces, Nijinsky terminó la conversación diciendo: "Olvida todo esto, Tola. Tu la amas y eres feliz. Tal vez muy pronto yo también lo sea. Serás el primero en saberlo".


Durante las dos semanas que duró la travesía vieron a Nijisnky paseando por cubierta con una chica, tratando de hablar con ella en su mal francés y bromeando de los fallos que cometía en esa lengua.


Pero Nijisnky cumplió su palabra y una noche dan aviso a Anatole para que acudiese al camarote de Nijinsky, donde le comunicó la noticia: "De acuerdo, Anatole! Brinda ahora por mi felicidad. Me voy a casar, y mi boda va a celebrarse en Buenos Aires."


Diaghilev con Bourman


Anatole Bourman se casaría con Loda Klementovitsch en Suiza y marcharon a vivir en 1927 a los Estados Unidos, como muestran estos valiosos documentos en los que solicitan sus permisos de residencia, los cuales me ha facilitado Jesús Rivera Rosado, gran estudioso, escritor e investigador de historia de la danza.



En efecto, comprobamos que Leokadia nació en Varsovia (Warsaw, que entonces pertenecía a Rusia), lo cual puede contener la clave de que Nijinsky sintiera preferencia por ella frente al resto de bailarinas... Entonces, ¿Se casó con Rómola por despecho? Eso nunca lo sabremos, pues sería adentrarnos en el terreno de la novela y abandonar el de la historia.


Leokadia Klementowistch con su esposo Anatole Bourman


MERCEDES ALBI


(Fotografía de encabezamiento Vera y Lydia Nemtchinova con Nicholas Zverez, ataviados para La Danza India, 1918)

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